__** Con un historial opaco, el director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tijuana busca, ahora, meter la mano de lleno en la contienda electoral del 2024.

TIJ. B.C., — Con antecedentes que, incluyen la modificación ilegal de una concesión federal y múltiples enfrentamientos con periodistas por ser críticos, además de un historial político que va del PRI a Morena.

El director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tijuana, Miguel Ángel Torres Ponce, parece decidido a sus más de 70 años colgarle otro nuevo adjetivo a su opaca carrera como operador mediático: delincuente electoral.

Lo anterior, después de que Torres buscó incidir de forma ilegal, no solamente en los sondeos internos que lleva a cabo el morenismo en favor de la presidenta municipal, Monserrat Caballero Ramírez, sino que también dio a conocer una encuesta de la empresa Buendía y Márquez, en sus redes sociales, de forma indebida.

Operando, además, para anunciarla como vocero mediante una nota en medios locales, utilizando para ello el convenio que el Ayuntamiento tiene con estos.

Tal cosa constituiría, además, un franco desvío de recursos públicos.

Torres Ponce fue denunciado ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de Baja California (FepadeBC) por dichas conductas.

La denuncia fue presentada por el ciudadano Román Antonio Aboytes Hernández, el pasado 29 de diciembre

Sin embargo, no es la primera vez que su nombre está ligado al de conductas oscuras, cuando no abiertamente corruptas.

No es la primera vez que Torres tiene una conducta que infringe sus responsabilidades como servidor público.

En 2015 fue cesado del Organismo de Cuenca Península de Baja California de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por haber intervenido para modificar una concesión para la extracción de materiales pétreos, en forma ilegal y sin el aval del titular.

De origen la concesión le fue otorgada a Mercedes Zavala Álvarez, en 2001, teniendo vigencia hasta el 2020.

El objetivo de esta era extraer arena del arroyo ‘La Grulla’, pero estaba impugnada jurídicamente mediante amparo por los habitantes del Ejido Uruapan, ubicado en el municipio de Ensenada, por el daño ecológico que causaría.

Así, mediante argucias legaloides, Zavala le cedió la concesión a Beatriz Amador Mezquita, cónyuge de Miguel Ángel Torres para saltarse el amparo, pero, además, el título de concesión fue ilegalmente modificado para explotar volúmenes de arena que equivalían a 10 años de extracción, pero en un mismo calendario.

Torres argumentó que, no había sido cesado, sino que él había renunciado, pero jamás pudo negar la participación de su esposa en el arreglo ilegal para explotar dicha concesión.

Con una carrera notable en el PRI y protegido de los Alemán, hoy sin peso político, Torres llevó una trayectoria donde su método ha sido la corrupción y represión de informadores, a partir del sexenio de Roberto de La Madrid y, particularmente, desde su nombramiento como vocero del exgobernador Xicoténcatl Leyva Mortera.

En 2020, siendo director de Comunicación Social del Congreso, también con Caballero como su jefa, Torres defendió aquellas épocas, entre denostaciones al finado periodista Jesús Blancornelas.

Las críticas de varios informadores no se hicieron esperar. Ahora, Torres pretende incidir en una elección para ampliar su historial profesional, cuyo aporte a la comunicación es inversamente proporcional al que ha otorgado a la corrupción.