Ricardo Magaña y sus lí­deres hundirán aún más a la Zona Este en la pobreza

Publicado 18 abril, 2018

Les importa ‘madres’ vender lo poco que les queda de conciencia y con ello hundir aún más a los marginados de la Zona Este.

 

 

Por Rodrigo Medeles.

Tijuana, 17 abril 2018.- Adiestrados en el arte de adormecer con falsas dádivas y promesas de mejor su calidad de vida. Los (as) lí­deres del grueso de las colonias que conforman la Zona Este de la ciudad, ya preparan la carretada de aplausos y votos para que un funcionario nefasto como Ricardo Magaña y Jorge Ramos, pongan el zapato por encima de la dignidad de la gente pobre; les importa ‘madres’ vender lo poco que les queda de conciencia y con ello hundir aún más a los marginados de la Zona Este.

Al menos eso intuyen algunas mentes pensantes y preocupantes de la situación precaria que a diario padecen los residentes de colonias como ‘El Niño’, Maclovio Rojas, la Nopalera entre otras (‘¦) Quienes perdonados por sus carencias e ignorancia, aún se preguntan el ¿cómo? Carlos Torres, actual diputado local del Distrito XIII, pudo haber ganado las elecciones pasadas por infinidad de votos.

Torres, acumula horas de franca inoperancia al frente de un distrito al que no ha sabido ni ha querido brindar la legislación correcta que termine en dando amplios beneficios sociales..  En la zona, abundan las escuelas con un bajo í­ndice de rendimiento por la pobreza de padres de familia que mandan todos los dí­as a sus hijos a estudiar, sin que estos prueben un solo bocado de alimento; tan solo por mencionar uno de tantos factores (‘¦) ¡Y del gobierno no obtienen nada..!

¡Entonces por qué seguir votando por los mismos..! ¿Acaso son masoquistas?

Blanco y Negro, ya analiza la posibilidad de transmitir eventos en donde se den a conocer todos los pormenores que tengan que ver con elecciones populares. Esto con la finalidad de que se deje de lucrar con aquellas almas que como borregos son arreados desde las ‘casas amigas’ para llevarlos a votar, con claras y precisas condicionantes como el popular pago de 500 pesos por voto.

No obstante de lo anterior, de nada servirán estas acciones si no es por voluntad propia que la misma gente se rebele antes sus ‘pastores’, y de una vez por todas se fajen faldas y pantalones para sufragar por primera vez un voto con responsabilidad. Uno que sea pensado en que las próximas generaciones no se contaminen del mal  ejemplo que hasta hoy,  como padres les estamos ofreciendo a nuestros hijos en bandeja de plata.

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