Los niños y personas mayores son los más vulnerables.
Durante la temporada de verano aumentan de manera considerable las enfermedades, principales en menores de edad y adultos mayores, esto a consecuencia del incremento en las temperaturas en la región.
Entre las más comunes, están las quemaduras leves por el sol, deshidratación y diarrea, así como las enfermedades gastrointestinales. Estas son derivadas de la exposición constante a los rayos del sol y la falta de higiene en la elaboración de alimentos como los mariscos, pollo o la fruta.
El verano pasado se atendieron a alrededor de 200 personas principalmente por diarrea, y deshidratación en el Hospital General, y en este inicio de la temporada, se espera una disminución en los casos atendidos.
Las recomendaciones para prevenirlas son utilizar protector solar, evitar estar expuestos al sol después de mediodía, el consumo de agua, mantener en refrigeración los alimentos, y desinfectar frutas y verduras antes de ingerirlas.
Fuente: Síntesis tv