El hongo emergente ‘Candida auris’ amenaza seriamente la salud al registrarse en 32 paí­ses |

Publicado 13 abril, 2019

Hasta ahora se desconoce la causa por la que ‘Candida auris’ ha aparecido recientemente en locaciones tan diferentes, sumando casos en distintos continentes.

El ‘Candida auris’ es un hongo emergente que representa una grave amenaza para la salud mundial y ha puesto en alerta a la comunidad médica de todo el planeta, pues apenas está siendo estudiado y no se logran identificar aún con precisión las causas de su aparición ni su tratamiento.

Un estimado de la incidencia anual global de las infecciones producidas por este hongo sugiere alrededor de 400.000 casos, con hasta un 40 % de mortalidad hospitalaria con base en información del Consejo de Estado y Epidemiólogos Territoriales (CSTE), de EE.UU.

Al entrar al torrente sanguí­neo, el ‘Candida auris’ puede causar infecciones peligrosas que ponen en riesgo la vida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC), casi la mitad de los pacientes que lo contraen fallecen en 90 dí­as.

El verdadero número de casos de infecciones hematológicas producidas por ‘Candida auris’ se desconoce ante la escasez de datos en todo el mundo. Es importante el reconocimiento de su diversidad porque algunas especies del género ‘Candida’ son levaduras que producen infecciones invasivas”, refiere la doctora Claudia Cázares Núñez, residente de medicina interna en el Hospital General Tacuba, en Ciudad de México, quien ha escrito uno de los pocos documentos que existen en México respecto al hongo.

El ‘Candida auris’ es una levadura multirresistente emergente de reciente aparición, cuya primera identificación se realizó en 2009 al aislarse del conducto auditivo de un paciente en Japón, señala el primer reporte de infección por este hongo, que se realizó en 2011 en Corea del Sur.

Desde entonces, se ha descubierto que el ‘Candida auris’ suele ser resistente a los fármacos antimicóticos que se usan para tratar este tipo de infecciones “debido a su alta mortalidad y concentraciones mí­nimas inhibitorias elevadas ante agentes antifúngicos de primera lí­nea, lo que implica limitación de opciones terapéuticas y, además, resistencia a los desinfectantes comunes”, apunta un informe publicado en el Journal of Clinical Microbiology.

Se ha encontrado que el 90 % de las infecciones por ‘Candida auris’ son resistentes a por lo menos un fármaco antimicótico, mientras que el 30 % son resistentes a dos o más de los principales antimicóticos, destacan los CDC.

Al respecto, Cázares Núñez subraya que se requiere de métodos de identificación más actuales, pues puede clasificarse erróneamente como otra levadura al basarse en métodos diagnósticos bioquí­micos tradicionales por su similitud con otras especies de ‘Candida’.

Por qué es preocupante

  • A menudo es resistente a múltiples fármacos, lo que significa que es inmune a la acción de múltiples medicamentos antimicóticos comúnmente utilizados para tratar las infecciones por ‘Candida’.
  • Es difí­cil de identificar con los métodos de laboratorio estándar y se puede identificar erróneamente en laboratorios sin tecnologí­a especí­fica. La identificación errónea puede llevar a una gestión inadecuada.
  • Ha provocado brotes en entornos sanitarios. Por esta razón, es importante identificarlo rápidamente en un paciente hospitalizado para que los centros de atención médica puedan tomar precauciones especiales para detener su propagación.
  • El ‘Candida auris’ es capaz de persistir en el medio ambiente y puede sobrevivir en superficies inanimadas.

Su propagación en el mundo

En junio de 2016, los CDC emitieron una alerta epidemiológica ante la aparición del ‘Candida auris’en 10 paí­ses de cuatro continentes desde 2009 para su identificación en instituciones sanitarias.

Hasta ahora se desconoce la causa por la que ha emergido recientemente en locaciones tan diferentes, sumando casos en 32 paí­ses. La identificación molecular de cepas elaborada por los CDC sugiere que los aislamientos están altamente relacionados dentro de un paí­s o región, pero son sumamente distintos entre continentes.

Los paí­ses desde los cuales se han notificado casos, con base en la última actualización hecha el 28 de febrero de 2019, son Austria, Bélgica, Irán, Malasia, Paí­ses Bajos, Noruega, Suiza, Taiwán y Emiratos írabes Unidos, con un caso detectado en cada uno de ellos.

Mientras que en Australia, Canadá, China, Colombia, Francia, Alemania, India, Israel, Japón, Kenia, Kuwait, Omán, Pakistán, Panamá, Rusia, Arabia Saudita, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Reino Unido, EE.UU. y Venezuela se han reportado múltiples casos en más de un hospital.

Fuente: RT

¿Quién está en riesgo?

El ‘Candida auris’ puede persistir en las superficies de entornos sanitarios, lo que puede desencadenar su propagación entre los pacientes de los centros de salud.

Las infecciones por este hongo se desarrollan comúnmente dentro de una institución sanitaria y ocurren dentro de varias semanas de estancia intrahospitalaria; se han presentado como infecciones sanguí­neas, en heridas y otitis, también se ha cultivado en muestras de orina y de las ví­as respiratorias, destacan los CDC.

Los sí­ntomas son fiebre, dolor y fatiga, pero al no ser estos inusuales, es difí­cil diagnosticar la infección sin hacer estudios de laboratorio.

Sin embargo, hay factores de riesgo identificados para su adquisición, como condiciones de inmunosupresión, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, cáncer, coinfección con VIH, bajo peso al nacimiento y sepsis neonatal tardí­a.

Predominantemente se ha hallado en sondas urinarias y catéteres, así­ como en estancias en la unidad de terapia intensiva y estancias intrahospitalarias prolongadas, con base en la investigación ‘Enfermedades infecciosas emergentes’.

¿Cómo protegerse?

Se recomienda que los hospitales desarrollen sus propias polí­ticas para la prevención y control de infecciones relacionadas con este patógeno.

“En un hospital debe existir un comité permanente para determinar los protocolos en caso de alguna infección nosocomial (hospitalaria). Cuando estas suceden, el comité debe reunirse de manera periódica para informar sobre alguna epidemia o infección dentro del hospital para determinar sus posibles orí­genes y la forma en que se procedió para erradicarla o controlarla. Se deben, además, tomar las prevenciones necesarias para casos futuros, por ejemplo el caso de una nueva bacteria u hongo desconocida o resistente a los medicamentos y protocolos utilizados”, explica Roberto Mayén, subdirector de mantenimiento y servicios durante 20 años en el Hospital Infantil de México Federico Gómez y miembro de la Sociedad Estadounidense de Ingenierí­a Hospitalaria.

Toda vez que se descubre algún tipo de infección nosocomial se debe aislar totalmente el área donde se detectó y a los pacientes que podrí­an haber sido afectados se les debe colocar en un área previamente esterilizada, a fin de evitar algún tipo de infección cruzada, refiere Mayén.

“Una vez hecho el aislamiento, se procede a recolectar muestras de aire, agua, comida, instrumental para un análisis bacteriológico que permita determinar el tipo de hongo, bacteria o virus y precisar el tratamiento a seguir”, abunda, mientras que personal capacitado y adecuadamente equipado “procederá a realizar los protocolos de limpieza; la asepsia se hace en techo, piso, paredes, mobiliario, equipo e instalaciones del área infectada”.

El comité de infectologí­a del nosocomio es el que determina, con base en estudios bacteriológicos, que el hongo, bacteria o virus está totalmente controlado.

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