Mexicali.- En Tijuana, la ciudad con mayor concentración poblacional de Baja California, se explota sexualmente a 3 mil 500 mujeres y hombres, de las cuales el 71% de las víctimas son menores edad, de acuerdo a reportes de Unidos contra la Trata, organismo de la sociedad civil que ha rescatado de esta actividad alrededor de 200 personas en esta frontera.
María, un mujer rescatada en 2010 de un red de trata de personas que opera en Tlaxcala, Tijuana y Nueva York, señaló en entrevista realizada por LINDERO NORTE en la zona sur de la Ciudad de México que al presentar su denuncia en el Ministerio Público reconoció a ‘clientes’, lo que le dio temor pues eran ‘juez y parte’ de su tragedia.
Ella fue rescatada, recibió protección para su hijo con el que era amenazada para permanecer en el callejón Coahuila de Tijuana y después participó en actividades de ptotección y defensa de víctimss de trata.
Esta ciudad se ubica entre las más ‘atractivas’ de México para el turismo sexual y su centro de actividad se ubica en la Zona Norte, a unos metros del puerto fronterizo de San Ysidro, California, el de mayor cruce del mundo entte dos paises.
Por el peligro y riesgos a su integridad y sus familias, las víctimas rescatadas son extraidas de Tijuana para ser atendidas en refugios de otras ciudades fuera de Baja California: a los adultos se les integra a programas de reinserción a la sociedad y a los adolescentes a ayuda especializada.
La dirigente de Unidos contra la Trata, Rita María Mellado, advirtió que es un problema duficil de erradicar porque es un negocio inserto en la indudtria del sexo que genera 90 mil millones de dólares anuales y representa intereses diversos, entre los que se encuentran las redes del crimen organizado que los explota de manera directa, comerciantes, empresarios y autoridades.
Al recibir el Premio Estatal de Derechos Humanos, Rita María Mellado sostuvo que habrá un verdadero cambio cuando ‘cada uno de nosotros acepte la responsabilidad de levantarse a defender los derechos propios y los de todos los demás’.
Antonio Heras/ Lindero Norte