Homeless, personas en situación de calle, o indigentes. Le podemos poner el nombre que sea, pero lo cierto es que cada día, son más los vulnerables que deambulan por las calles de Tijuana.
Llegan y se hacen parte indisoluble de la cotidianidad de una ciudad que no descansa. Algunos, hasta se vuelven icónicos, se hacen leyenda como la Maguana, y pasan a formar parte de la historia de Tijuana.
Esta tierra, que acoge a todos por igual, también tiene espacio para ellos, pero la situación ya se hace insostenible.
Ante la crisis, la Alcaldesa de Tijuana pedirá apoyo a la Federación, ya que al día se reciben 300 repatriados, y el Campamento de El Chaparral ya colapsó.
Julián Palombo, presidente de la Asociación de Comerciantes Turísticos de Tijuana, estimó que la población en situación de calle incrementó 10% en la zona turística del Centro, aunque el problema no es exclusivo de esa área, ya que se observa en toda la ciudad.
‘La razón por la que es más alta la proliferación en el Centro, es porque para ellos esto representa un paraíso, porque todo lo tienen al alcance de la mano, sin ningún esfuerzo’, subrayó.
‘Generalmente son los mismos a los que se apoya con alimento, ropa, calzado, y en muchos casos les dan dinero. Palombo destacó que a menudo los clientes se quejan con los comerciantes de que son abordados por indigentes para pedirles dinero y otros son agresivos. Además, los mismos locatarios deben limpiar la suciedad que dejan las personas en situación de calle afuera de los establecimientos, sobre todo de aquellos que tienen marquesina o techos para resguardarse.’
‘En los lugares donde se deposita la basura, las personas en indigencia rompen las bolsas para sacar los materiales que pueden vender, dejando el resto de los desperdicios regados en la vía pública.’
Además, locales desocupados están siendo utilizados como ‘picaderos’, por lo que, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Comerciantes Turísticos de Tijuana, ‘es un problema que urge resolver’, principalmente para la recuperación y bienestar de ellos, de su familia y para mejorar la imagen de la ciudad, ya que algunos turistas temen visitar la ciudad.
El propio Marcello Hinojosa Jiménez, delegado de la Zona Centro, reconoció que ha habido un aumento ‘sustancial’ de personas en condición de calle. El área cercana al campamento de El Chaparral (donde actualmente vive entre mil 500 y 2 mil personas en la calle, 500 de estas menores de edad) se ha convertido en una ‘situación insostenible’ por los ‘muchos recursos’ que la demarcación debe destinar para que el lugar esté limpio y con presencia policiaca permanente y, aún así, surgen actos de vandalismo.
‘Tenemos gente rompiendo vidrios, grafiteando las fachadas de los comercios afuera del campamento. Cuando pasan para acá (al otro lado del Río) también estamos teniendo muchas situaciones de inseguridad, de cristalazos, de asaltos’, refirió el funcionario.
En enero de 2020, un censo elaborado por el Ayuntamiento estimó que tan solo en una parte de la canalización del Río Tijuana (la más cercana a la Garita de San Ysidro) vivían entre 2 mil y 3 mil personas.
Sin embargo lejos de satanizar a estas personas que la vida ha tratado mal, urge buscarles una solución.
FUENTE: EL ZETA