“Tijuana siempre está lista”, dijo el primer edil. El secretario de Gobierno aseguró no haber atentado con la libertad de expresión tras el despido del Director de Atención al Migrante, Pérez Canchola
En recientes declaraciones, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, aclaró que, al momento, no se ha implementado ninguna deportación masiva derivada de los decretos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El mandatario local aseguró que, aunque la ciudad enfrenta un constante dinamismo migratorio, no ha habido una imposición directa de políticas que generen deportaciones masivas hacia el lado mexicano.
En su intervención, subrayó que tanto la Federación como el Estado mantienen una coordinación constante para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes y de los habitantes de la ciudad.
Burgueño destacó la importancia de la prevención en la gestión del fenómeno migratorio. “La prevención es la base de todo”, señaló, haciendo énfasis en la necesidad de tomar medidas anticipadas para evitar situaciones que pudieran generar conflictos o desbordar la capacidad de la ciudad, asegurando que Tijuana está lista para enfrentar cualquier situación que surja, y que su administración está trabajando de manera proactiva para mantener el orden.
El alcalde también hizo referencia a la posible habilitación de nuevos albergues para migrantes en la ciudad. Aunque aseguró que, en caso de ser necesario, se instalarían más espacios dejó claro que estos no se ubicarán en espacios públicos, con el fin de no afectar a la ciudadanía. En ese mismo sentido, remarcó la importancia de encontrar soluciones que sean viables tanto para los migrantes como para los residentes locales, buscando siempre el equilibrio entre la atención humanitaria y el respeto a la calidad de vida de los tijuanenses.
En cuanto a la situación interna del gobierno municipal y su relación con la gestión migratoria, el secretario de Gobierno de Baja California, Arnulfo Guerrero, se pronunció sobre la reciente destitución del director de Atención al Migrante, José Luis Pérez Canchola. Guerrero compartió el posicionamiento oficial de la Secretaría de Gobierno donde se limitó a señalar que la salida de Canchola no implicaba una restricción a la libertad de expresión de los funcionarios. Sin embargo, destacó que los funcionarios públicos deben ser conscientes de la importancia de mantener una “coordinación y diálogo institucional” para garantizar la eficacia de las políticas migratorias y la armonía dentro del gobierno estatal.
El gobierno de Baja California ha sido criticado en ocasiones por la falta de un enfoque claro y coordinado frente al aumento del flujo migratorio hacia Tijuana. No obstante, Guerrero reafirmó que el objetivo es evitar que las diferencias internas interfieran en la misión de gestionar adecuadamente la situación. En este sentido, el secretario recalcó que la prioridad sigue siendo trabajar de manera conjunta para enfrentar los retos que supone el fenómeno migratorio, sin dejar de lado las necesidades y derechos tanto de los migrantes como de los residentes de la ciudad.
Finalmente, Ismael Burgueño cerró sus declaraciones con un mensaje de optimismo: “Tijuana siempre está lista”, destacando el dinamismo y la capacidad de la ciudad para adaptarse y evolucionar ante las circunstancias cambiantes.