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Niño vivió infierno de las drogas

por Rodrigo Medeles R.

Publicado 17 abril, 2018

El fácil acceso, malas amistades y la curiosidad lo llevaron a incursionar en el mundo de los estupefacientes a los 13 años

 

LIZETH MORALES

El fácil acceso a las drogas las hace ver algo común. Conoció la marihuana a los 13 años entre sus amigos del barrio y compañeros de la escuela, movido por la curiosidad se convirtió en adicto.

‘Estaba con unos amigos, ellos estaban consumiendo y les pedí­ para ver que se sentí­a, habí­a unos que ya consumí­an y otros como yo que iban empezando’, relató el ahora joven de 18 años.

Mientras unos amigos, adictos y no adictos, le decí­an que no se metiera en eso, otros de sus camaradas lo alentaban diciéndole que no pasaba nada.

‘De principio la consumí­a solo cuando se presentaba la oportunidad, ya después yo compraba y traí­a mi bolsita ya era mas necesario sentir el estado que provocaba’

El fácil acceso, malas amistades y la curiosidad lo llevaron a incursionar en el mundo de los estupefacientes a los 13 años; hoy está rehabilitado y cuenta la experiencia de un joven adicto que logró salir de ese estilo de vida

Conoció la marihuana a los 13 años entre sus amigos del barrio y compañeros de la escuela, movido por la curiosidad se convirtió en adicto. ‘Estaba con unos amigos, ellos estaban consumiendo y les pedí­ para ver que se sentí­a, habí­a unos que ya consumí­an y otros como yo que iban empezando’, relató el ahora joven de 18 años.

‘En realidad no sabrí­a decir si me gustó o no, porque es rara la sensación, es agradable, pero de primero me sentí­ raro, desconcertado, pero al final fue de mi gusto’.

Mientras unos amigos, adictos y no adictos, le decí­an que no se metiera en eso, otros de sus camaradas lo alentaban diciéndole que no pasaba nada.

‘De principio la consumí­a solo cuando se presentaba la oportunidad, ya después yo compraba y traí­a mi bolsita ya era mas necesario sentir el estado que provocaba’.

LAS CONSECUENCIAS

Estas acciones afectaron sus relaciones amistosas y familiares, así­ como su desempeño escolar y lo llevaron a consumir otras drogas.

‘A los 14 años, cuando ya era adicto a la marihuana, por lo mismo que era muy fácil conseguir droga de todo tipo, consumí­ pingas, si tu querí­as ibas y comprabas lo que quisieras y en las fiestas y con los amigos se rolaban’.

‘Tuve muchas consecuencias, cambié de amistades porque no me sentí­a a gusto, me sentí­a diferente porque ellos no consumí­an, me distancié de mi familia, actuaba rebelde, solo me gustaba andar en la calle y también me salí­ de la escuela’.

Tras una experiencia de sobredosis que lo llevó al hospital y verse descubierto ante su familia, el joven se alejó del vicio por un tiempo.

‘Me sentí­ triste con mi familia y me di cuenta lo malo que era eso, pero seguí­ en el mismo cí­rculo y después de un tiempo volví­a a consumir; en una ocasión me puse muy grave, al grado de querer golpear a mi madre y no les quedo de otra que meterme a la cárcel y de ahí­ al centro’.